TEZ surgió de la necesidad de crear una práctica corporal que invocara recuerdos almacenados en la piel, interactuando con respuestas sensoriales y emocionales vinculadas a los lugares donde se originó, especialmente en las calles desoladas de Brooklyn, donde viví y desarrollé mi trabajo artístico durante más de 20 años. La pieza comenzó como una colaboración con Verónica Santiago, también artista venezolana viviendo en el extranjero, y en nuestros encuentros la piel desplegaba recuerdos de un pasado complejo, impregnado de nostalgia tropical y de la tensión de habitar una ciudad en decadencia que aún transpira en nuestros poros.

Después de compartir distintas versiones de esta investigación como dúo, continué desarrollando TEZ en formato grupal, incorporando a Mor Mendel, bailarina y creadora que ha colaborado en mis proyectos durante los últimos 6 años. Esta última etapa fue presentada en el Chocolate Factory de Nueva York en mayo de 2023 como un trío. Este trabajo sigue en vías de desarrollo.